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jueves, octubre 10, 2024

Alito: entregar a Beatriz ¿Y a Xóchilt?

Alito: entregar a Beatriz ¿Y a Xóchilt?

LECTURA POLÍTICA por:  Noé Mondragón Norato

La maniobra interna del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas Alito, es clave para entender que, así como entregó por adelantado a su compañera priista Beatriz Paredes Rangel —la bajó del ring antes de conocerse la última encuesta del Frente Amplio—, así puede abrir la negociación con el Morena para hacer lo propio con la panista Xóchilt Gálvez. Y eso podría ocurrir ya en plena campaña electoral por la presidencia del país. Más aún, tratándose de una mujer que no pertenece a su partido. Pero hay otras jugadas de Alito orientadas a deshacerse de algunos incómodos personajes que también lo asechan internamente.

PACTAR SOBREVIVENCIA. – En el PRI deben estar evaluando su deprimente realidad: sin la renovación de sus cuadros políticos y con los mismos personajes que lo han hundido en el desprestigio —Beatriz Paredes es una de ellas pues acumula ya cincuenta años de militancia tricolor, siempre con cargos públicos— la salida más visible es la extinción. O la refundación a fondo, que parece imposible. Pero el dirigente nacional del PRI tiene claro el escenario: tocará y abrirá las puertas del poder que sean necesarias a fin de pactar su propia sobrevivencia. Y pelear internamente los despojos tricolores. Se lee así:

Política opositora

1.- Al celebrar la candidatura panista de Xóchilt Gálvez, Alito se desprende en automático de las presiones de los grupos internos priistas. Entre ellos el de Manlio Fabio Beltrones y algunos exgobernadores que todavía manotean insaciables, para alcanzar otra tajada de ese pastel cada vez más disminuido y arranciado. El caso más visible es el de Héctor Astudillo, quien está confrontado internamente con Alito.

Y esta vez no levantó ruido ni cuestionó la decisión del dirigente nacional de su partido a favor prematuramente, de la aspirante del PAN y no de Beatriz Paredes. Y todas las señales indican que será el dirigente priista junto con los panistas Ricardo Anaya y Santiago Creel, quienes “palomearán” la mayoría de las candidaturas a cargos de elección popular, en virtud de que el PRD no alcanzó a meter a la pelea a sus dos aspirantes presidenciales —el exjefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera y el exgobernador de Michoacán Silvano Aureoles— y, por lo tanto, disminuyeron sus derechos de petición de poder.

En este carril no sería descabellado que Alito-Anaya-Creel operen para descarrilar en definitiva al PRD, en caso de que rompan la negociación, inconformes con el reparto de candidaturas a sus eternos dirigentes y se bajen del Frente Amplio. Porque es un partido que proyecta una ruta de alto riesgo: está situado en la frontera de perder su registro. La contienda presidencial de 2024 entraña dos cosas para el partido del sol azteca: su salvación o su fin. De algún modo, los dos escenarios ya quedaron en manos de esta triada política opositora.

Escuela Política

2.- Cada elección es diferente. Pero a la panista Xóchilt Gálvez no le alcanza para emparejar con el Morena, las preferencias ciudadanas. Si bien podría meter en problemas a Claudia Sheinbaum, la inminente candidata presidencial —por el problema de presencia política escénica que esta arrastra aunado a lo poco atractivo y frágil de su voz—, el punto es que AMLO estaría cerrando filas con ella a fin de que los votos corporativos de ese partido, no se vayan a la oposición. Y una situación será decisiva: el hartazgo ciudadano todavía está fresco contra todo aquello que huela al PRI, PAN o PRD. El ciudadano de a pie no olvida fácilmente la forma cínica e impune con que esos tres partidos han saqueado al país. No hay ninguna forma o situación traducida en milagro capaz de revertir lo anterior. Y es en este punto donde el propio Alito podría romper a su vez, la negociación con el PAN y con la dupla Anaya-Creel. Justo cuando perciba que Xóchilt “no levante más en las encuestas” y se ubique en la espiral de la derrota electoral anunciada. El dirigente priista pondría en marcha la misma estrategia que acaba de aplicar con Beatriz Paredes. Pero esta vez con el Morena y de forma soterrada. Oculta a los ojos de los medios y de las redes sociales. Porque es esa la escuela política que aprendió del exsecretario de Hacienda Luis Videgaray. Y del expresidente Enrique Peña Nieto.

Efrén Arellano

HOJEADAS DE PÁGINAS…Desde Acapulco y entre líneas, el excoordinador de la zona Sur de la UAGro, Efrén Arellano Cisneros —sobrino del mítico y tres veces rector Rosalío Wences Reza— le mandó un mensaje a toro pasado, al rector electo Javier Saldaña Almazán, durante la conmemoración 86 por el natalicio de Rosalío: “mientras haya un wencista de pie, habrá esperanza para la UAGro”. Arellano Cisneros renunció como coordinador en junio de 2021, bajo la consigna de disputar la rectoría que al final, declinó. Y llegó de forma ilegal, el actual Alfredo Romero Olea, quien está vez de plano, fue desplazado de los reflectores mediáticos por el propio Saldaña quien de esa forma confirmó que gobernó tras bambalinas y durante los dos últimos años. Romero Olea fue su muñeco guiñol.

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