Añorve: sin cancha que jugar en el senado
LECTURA POLÍTICA por Noé Mondragón Norato
La historia no miente. Y está saturada de traiciones. De esas que en la política son comunes, pero “normales”. Hay en el PRI la certeza de que los escenarios electorales del futuro no pintan nada bien. Y de que la caída puede ser tan estrepitosa al grado de ubicarlo en el borde del abismo. La extinción asoma por todas partes y desde distintos frentes. Nada más es cuestión de ubicar las pistas.
PRI: SOBREVIVIR NEGOCIANDO. – Empalagado de poder, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas Alito, apuesta a mantener sus privilegios negociando los votos de sus 45 diputados federales en el Congreso de la Unión y de los 15 senadores que ya aseguraron el escaño.
Desde luego, quiere abrir esa negociación con el Morena de AMLO y de Claudia Sheinbaum. Pero estos últimos personajes no necesitan de esos votos. Y Alito tendría que buscar alianza en otros partidos políticos que, de todas formas, no lograrían hacer mella en la mayoría calificada proyectada por el Morena. Pero, además, tiene en contra otro factor: la respuesta de todos aquellos a los que traicionó para lograr su reelección en la dirigencia nacional del PRI.
Se lee así: 1.- Los viejos dinosaurios del PRI −entre los que destacan Manlio Fabio Beltrones Rivera, Beatriz Paredes Rangel, Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Codwell y Enrique Ochoa Reza, entre otros− impugnaron la prolongación de Alito en la dirigencia nacional tricolor. A cambio y como amenaza velada para todos ellos, Manlio Fabio se ganó a pulso su expulsión del grupo parlamentario del PRI en el senado. Y fue ratificado Manuel Añorve como el coordinador de fracción. Esa fue una sorpresa política desagradable para el propio Añorve.
Añorve: sin cancha que jugar en el senado
Porque en corrillos políticos trasciende que aspiraba a convertirse en el relevo de Alito en la dirigencia nacional tricolor. Y que Alito asumiera como coordinador de fracción en el senado. Es decir, que los papeles se invirtieran respecto a cómo al fin, quedaron. El punto es que el senador reelecto guerrerense necesitaba los reflectores nacionales para proyectarse en su desbocada ambición por convertirse en candidato a gobernador en el 2027. Porque él ya había fungido como coordinador de fracción en el senado desde el 23 de marzo de 2023.
Sustituyó a otro disidente de Alito: el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. 2.- Añorve pasó el trago amargo de verse desplazado del PRI nacional. Evaluaba tener los méritos ganados ante su nuevo patrón político, el controvertido Alito. Aspiraba a ser el segundo guerrerense en dirigir el PRI nacional después del extinto René Juárez. Pero se le cayó.
A eso se añade otro escenario negativo: carga con el peso de la traición por haber abandonado a su suerte a su extutor político, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien respira por la herida y emula la trama central del Lobo Estepario de Hermann Hesse: deprimido, en soledad y no identificado con nadie. Y todo porque el senador Manuel Añorve proyecta una insaciable hambre de poder.
Pero no es la primera vez que desecha a personajes que lo impulsaron políticamente. Ya había cometido esta misma felonía con otro de sus tutores a quien también le volteó la espalda en el momento crucial: su primo, el exgobernador Ángel Aguirre Rivero. Y fue en la elección de gobernador de enero de 2011.
Añorve: sin cancha que jugar en el senado
Con todo, Añorve se dedicó a etiquetar a su vez como traidor a Mario Moreno Arcos, porque este se negó a ser su coordinador de campaña en aquella elección, manteniéndose plegado al propio Ángel Aguirre. Por ese motivo, Añorve se dedicó a cerrarle el paso en cualquiera de sus aspiraciones políticas posteriores dentro de las filas tricolores. Hasta desplazarlo finalmente en la pasada elección federal del 2 de junio, de la candidatura priista al senado.
3.- Como coordinador de los 15 senadores del PRI, Manuel Añorve no tiene cancha política en la que jugar. Porque, de entrada, el Morena pelea también la mayoría calificada en el senado ante los órganos electorales. Y si así ocurriera, entonces los senadores del PRI serían absoluta y completamente neutralizados. Inútil que el senador tricolor guerrerense presuma iniciativas de Ley de alto impacto que sencillamente, no pasarán. Los senadores priistas estarán guardados literalmente, en la congeladora legislativa. Desde esta perspectiva, al priista Manuel Añorve se le estaría cayendo por anticipado, su aspiración por abanderar la candidatura a gobernador en 2027. Porque sin nada que ofertar a sus votantes desde el senado, el desplome es de mero trámite. La caída del PRI es inevitable.
HOJEADAS DE PÁGINAS…
Si el Trife le tiró la candidatura al senado a Mario Moreno por el MC, a un día de realizarse la elección −por haberse registrado como miembro de la comunidad Afro sin serlo−, al dirigente nacional de ese mismo partido, Dante Delgado Rannauro, también se le está cayendo su pase al senado por la vía plurinominal. Y la razón es simple: de los cinco senadores del MC que arribarán por esa vía, cuatro son hombres y una sola es mujer. Está claro que no se cuidaron las formas con relación al cumplimiento en el reparto de las plurinominales apelando al criterio de la equidad de género. Y por la forma en que se asignaron, Dante aparece como el “sacrificable”. Los órganos electorales encarnados en el INE y el Trife, aparecen como sus verdugos
