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jueves, abril 24, 2025

Europa podría responder a Trump con sanciones a las tecnológicas de EE.UU.

Europa podría responder a Trump con sanciones a las tecnológicas de EE.UU.

El reciente anuncio de Donald Trump sobre la imposición de nuevos aranceles a la Unión Europea (UE) podría generar una respuesta inesperada: en lugar de gravar los productos estadounidenses, Bruselas podría enfocar su represalia en los servicios tecnológicos de las grandes empresas estadounidenses. Así lo sugiere un informe de Goldman Sachs publicado este lunes.

El plan de Trump podría desencadenar una nueva guerra comercial transatlántica, pero con un giro estratégico por parte de la UE. En lugar de aplicar aranceles a los productos, como ocurrió en 2018 cuando Bruselas respondió a los aranceles sobre acero y aluminio con impuestos sobre productos clave como el whisky y las motocicletas, la UE podría atacar el creciente déficit comercial en servicios, especialmente en el sector digital. Esto afectaría a un sector que genera miles de millones de euros en ingresos en el mercado europeo.

Los economistas Giovanni Pierdomenico y Filippo Taddei de Goldman Sachs anticipan que Estados Unidos podría aumentar los aranceles sobre las exportaciones de automóviles europeos en 25 puntos porcentuales, así como imponer un gravamen del 10% sobre importaciones clave, desde metales y minerales hasta productos farmacéuticos. Según sus cálculos, esta medida podría afectar exportaciones de la UE por valor de 190.000 millones de euros, lo que equivale al 40% de los envíos totales del bloque hacia EE.UU.

Frente a esta amenaza, la UE podría optar por medidas más cautelosas. A diferencia de 2018, cuando Bruselas aplicó represalias directas, hoy Europa dispone de herramientas adicionales, como el Instrumento Anti-Coerción (IAC), que le otorga la facultad de imponer aranceles y restricciones a los mercados europeos en respuesta a presiones económicas externas.

Europa podría responder a Trump con sanciones

El sector digital podría ser el blanco de estas represalias, ya que la UE mantiene un superávit comercial con EE.UU. en bienes, pero sufre un déficit en servicios que asciende a casi 150.000 millones de euros al año. Este desequilibrio se debe en gran parte al dominio de las empresas tecnológicas estadounidenses en Europa, que generan importantes ingresos a través de modelos de negocios que evaden altos impuestos, canalizando sus beneficios a través de países como Irlanda.

Goldman Sachs sugiere que una posible respuesta de la UE podría ser restringir estos servicios informáticos, lo que impactaría significativamente en la balanza comercial de servicios. Sin embargo, este tipo de represalia no sería tan rápida como los aranceles tradicionales, ya que cualquier medida en el marco del IAC requeriría la aprobación de al menos 15 de los 27 Estados miembros de la UE, lo que podría demorar la reacción europea.

En resumen, si Trump cumple su promesa de imponer nuevos aranceles, Europa deberá elegir entre represalias directas contra productos estadounidenses o un enfoque más estratégico que podría dirigir la atención al sector tecnológico, un campo en el que las tensiones comerciales hasta ahora han sido evitadas.

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