Este viernes fallecieron al menos 35 personas y otras más resultaron heridas en un atentado contra un mercado de alimentación al aire libre que se encuentra en la región paquistaní de Orakzai, en la provincia de Khyber Puktunwa en la frontera de Afganistán.
La mayor parte de las víctimas del atentado contra el mercado de la localidad de Klaya eran musulmanes chiíes, explico el agente de la policía local Tahir.
El ataque de Karachi, reivindicado por un grupo insurgente de la provincia suroccidental de Baluchistán, el Ejército de Liberación de Baluchistán, reflejó el intento de los separatistas por golpear el corazón de la estrecha relación entre Islamabad y Beijing, su principal aliado y que realizó una potente inversión en proyectos de carreteras y transporte en todo el país, incluyendo en la región.
Los civiles pakistaníes asesinados en la delegación diplomática eran padre e hijo que iban a recoger sus visas para ir a China. Tras el atentado China le pidió a Pakistán que refuerce la seguridad en la misión.