Jacinto: moverse para la foto
LECTURA POLÍTICA por Noé Mondragón Norato
Jacinto no leyó bien el mensaje. Ni procesó que era una consecuencia natural de sus actos. Tampoco calculó los alcances de haber violado literalmente, los estatutos internos del Morena. Pero si el senador Toro lo “destapó” como prospecto para la disputa por el gobierno estatal en la elección de 2027 en su programa “La Hora del Toro”, en realidad estaba exhibiendo la voracidad adelantada del dirigente estatal de su partido, tras la reunión de la corriente “nuñista” ocurrida el pasado 23 de junio teniendo como pretexto el aniversario del nacimiento del ya extinto César Núñez Ramos. En ese cónclave, la viuda de este último, Rocío Bárcena Molina, fue enfática: “el próximo o la próxima gobernadora de Guerrero será nuñista o no será”. De ahí se lee lo demás.
MOVILIDAD ADELANTADA. – En el argot político priista del pasado existía una frase que condenaba por adelantado la movilidad de sus actores, advertida como desesperación: “el que se mueve, no sale en la foto”. Pero las circunstancias cambiaron. Hoy, esa máxima tricolor opera por momentos, al revés. El pulso lo refrenda:
Jacinto: moverse para la foto
1.- Cuando Bárcena Molina hizo esa temeraria afirmación, de algún modo fustigó, condenó y amenazó al Morena y a la propia gobernadora a seleccionar como candidato a gobernador en la futura elección de 2027, a un miembro nuñista. “O no será”. ¿Quiso decir acaso que el candidato forzosamente debe ser nuñista o dicho partido perderá el gobierno estatal por una eventual desbandada de ese minúsculo grupo morenista? Como esa reunión fue cerrada, no se permitió el acceso a la prensa y contó con una vigilancia policiaca fuera de la común, se percibió como el adelanto de la inminente ruptura con el senador Toro.
Porque se entiende que Félix percibirá a Jacinto González de aquí en adelante, como adversario interno. Aunque en los hechos, el dirigente estatal del Morena no tenga la suficiente fuerza para ganar la elección de gobernador. 2.- Lo que el grupo nuñista no admitió en esa reunión privada, es si actuaban por consigna política o lo hacían por su propia cuenta y movidos por la evidente perdida de espacios de poder. ¿Les habrá “soplado” la presidenta electa Claudia Sheinbaum que tenían posibilidades de alcanzar la candidatura a gobernador? ¿O fue un literal buscapiés con el fin de pulsar reacciones al interior del propio Morena? ¿Acaso los nuñistas quisieron ejercer presión sobre la gobernadora Evelyn Salgado ante el apabullante triunfo de Claudia Sheinbaum y evalúan erróneamente, un distanciamiento entre ambas? Como sea, dicho grupo le tiró de pedradas al panal. Y desató movilidades.
Jacinto: moverse para la foto
3.- Ante el “destape” de su nombre por parte del senador Toro, el dirigente estatal morenista trató de cerrar el capítulo como si nada tuviera que ver en ese evento. Cuando fue él mismo quien lo provocó con su cónclave sectario: “no hay que enfrascarnos en futurismos políticos que no ayudan al estado y le faltan el respeto a la gobernadora Evelyn Salgado”, sostuvo. Jacinto olvida que la gobernadora es hija del senador Toro y que comparte en consecuencia, su sentir político. Y en este punto, la verdadera falta de respeto contra la mandataria estatal fue concretada por el grupo nuñista que exige un candidato a gobernador emanado obligatoriamente de sus filas, sin consultarla previamente. En política se llama cuidado de las formas.
Jacinto: moverse para la foto
4.- Forzado como dirigente estatal del Morena, a cumplir a cabalidad con el estatuto interno de ese partido −que cancela la formación de corrientes internas−, Jacinto González ya lo violó al reunirse y vaticinar el futuro político de Guerrero llevando a la competencia a gobernador a un elemento de su grupo nuñista. Lo que sigue podría ser ampliamente justificado: aunque su periodo como dirigente estatal morenista vence en septiembre de 2025 cuando cumpla los tres años de rigor, la renuncia de Jacinto González Varona a dicha dirigencia podría operarse en las próximas semanas.
Quedándose únicamente como diputado local plurinominal. Porque el antecedente no puede pasarse por alto: en su momento, Jacinto González fue solo a la competencia por la dirigencia estatal del Morena en septiembre de 2022 vendiéndose por ese motivo, como “candidato de unidad”. Y las alcaldesas de Acapulco y Chilpancingo, Abelina López y Norma Otilia Hernández declinaron postular a uno de los suyos. ¿Tiene Jacinto ahora la fuerza política suficiente como para desafiar a quienes, de algún modo, lo apuntalaron en su doble función de diputado local y dirigente estatal? Lo cierto es que se movió anticipadamente para la foto. Y de algún modo, aquella sentencia priista sigue vigente.
Bueno
HOJEADAS DE PÁGINAS…El Poder Judicial no precisa reforma alguna, condenan aquellos dolientes que van a perder sus privilegios. Y para muestra un botón: apenas llegó como presidente del país el polémico panista Vicente Fox, durante la primera alternancia del país en la elección del 2 de julio de 2000, el entonces litigante y senador blanquiazul Diego Fernández de Cevallos ganó un juicio −uno de tantos− a favor de la empresa Jugos del Valle que desde 1996 había solicitado a la Secretaría de Hacienda una jugosa y millonaria devolución de impuestos.
El litigio que había tardado varios años en tribunales judiciales, Diego lo resolvió en apenas dos meses tras la llegada de Fox. El polémico panista logró que Hacienda devolviera a Jugos del Valle mil ochocientos millones de pesos. A través de su despacho de abogados y operando oscuros litigios en los cuales estuvieron involucrados ministros, jueces y magistrados del Poder Judicial, Diego Fernández de Cevallos se convirtió en uno de los hombres más ricos del país. Los hechos son tercos.