UAGro: feudos en rebeldía
LECTURA POLÍTICA por Noé Mondragón Norato
A un tirano jamás se le verá actuando como un demócrata. Sobre todo, si de conservar el poder se trata. Eso es justo lo que operó en la pasada elección de directores el actual rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán.
No sólo impuso de manera arbitraria a la mayoría de esos directores que aparecieron como “candidatos de unidad” y fueron en soledad a la elección −en réplica exacta a como él lo hizo−, sino que aprovechó para que los pocos que fueron a las urnas se ajustaran a su criterio, imponiéndolos al final de cuentas. Y, además, dejando fuera del camino a quienes ya percibe, por celos políticos, como sus adversarios internos.
Se lee así. ELECCIÓN SIMULADA Y TRAMPOSA. – Desde antes de comenzar el proceso electoral, el rector de la UAGro se encargó de cacarear a los cuatro vientos que “en el 98 por ciento de facultades y preparatorias se había conseguido postular candidatos de unidad”. La realidad es que ese dos por ciento de planteles donde sí se llevaron a cabo elecciones, amenazaban con escapar de su control. Se lee así:
UAGro: feudos en rebeldía
1.- El rector comenzó imponiendo como candidatos a directores a dos de sus familiares: su sobrino Ronaldo Anaya Saldaña en la Facultad de Lenguas Extranjeras. Y su hermana Mireya Saldaña en el Centro de Ciencias y Desarrollo Regional. Luego, en la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia (Facom) Saldaña Almazán acordó empujar un candidato de unidad en la figura de Mónica Violeta Morales. Su aliada Anabela Latabán Campos −esposa del exrector José Alfredo Romero Olea, quien operó como muñeco ventrílocuo del actual rector−, se encargó de romper el acuerdo.
Quiso registrar como aspirante a director a su sirviente y lacayo Roberto Santos Mejía. Y mañosamente, Saldaña Almazán acordó tumbar la elección. Las huestes de Anabela movieron entonces a los acomodaticios alumnos del posgrado para que tomaran efímeramente esa facultad demandando “elecciones libres”. La realidad de las cosas es que Anabela no quiere perder su feudo de poder que mantiene desde que terminó como directora en 2010 imponiendo de algún modo a su sucesor Gabriel Espinoza −quien fue a la competencia electoral en soledad y ahí Anabela no movió a la borregada para pedir elecciones libres− y luego a las otras dos directoras.
Se entiende que el rector cedió a las presiones de su aliada. Y terminó imponiendo como director a Nahin Sotelo Romero, sobrino del exrector Romero Olea y, en consecuencia, sobrino político de Anabela. Si la elección se hubiese dado Saldaña Almazán pondría de algún modo en riesgo, el control que tiene sobre la Facom. Y los tiranos siempre van por todo. Lo peor no es eso, sino que la Facom con este eterno feudo bajo control de Anabela Latabán, se hunde en el desprestigio y la cada vez más baja calidad académica. Y si no, ahí están los indicadores.
UAGro: feudos en rebeldía
2.- En la Facultad de Ciencias Químico Biológicas el rector Saldaña Almazán actuó con evidentes celos políticos contra su “aliada” y secretaria general académica, Berenice Illades Aguiar quien ha mantenido en esa facultad su feudo de poder desde hace más de 25 años. Berenice empujó como candidato a su alfil Julio Ortiz Ortiz. Pero el rector tenía otros planes. Porque sabía que Berenice defendería sus territorios con la mira puesta en la próxima elección de rector de 2027. De algún modo, se le estaba indisciplinando muy temprano. Pero era evidente que el primer paso de Berenice consistía en mantener ese control.
Por eso el rector se puso el grotesco traje democrático que no le ajusta y le queda bastante corto al grado de mostrarlo ridículo. Ordenó entonces el registro de varios aspirantes que progresivamente fueron declinando. Unos a favor de Julio Ortiz. Otros a favor de Carlos Ortuño Pineda, el candidato de la rectoría. Y apareció de la nada un padrón electoral inflado.
Luego, el día de la elección, porros amaestrados en vandalismo se robaron las urnas. Las huestes estudiantiles de Berenice Illades se movilizaron y bloquearon la avenida principal Lázaro Cárdenas, justo en el entronque con Ciudad Universitaria. Los celos políticos de Javier Saldaña contra Berenice Illades no solo están motivados por la próxima elección de rector, sino porque es Berenice quien mantiene acercamientos muy visibles y más afianzados con la candidata presidencial del Morena, Claudia Sheinbaum.
UAGro: feudos en rebeldía
En cierto modo, el rector ya comenzó a percibir en Berenice, un potencial elemento que trastoque, en definitiva, su imperio de corrupción y anomalías sin límite. Y por eso la quiere frenar robándole literalmente, la dirección de esa Facultad. Aplica en este escenario el refrán popular: para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo. Y lo peor para Javier Saldaña estaría por venir, con Claudia Sheinbaum como eventual presidenta del país.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Con cinismo y desparpajo, la candidata a la reelección en la alcaldía de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez se quejó amargamente ante el escenario violento del pasado lunes que dejó un saldo fatal de 10 muertos: “la ciudad no se merece esto, he dicho que se necesita trabajar mucho la parte de la inteligencia, cada quien tiene que asumir el rol que le corresponde”, dijo.
Lo que no admitió es que esa ciudad ya fue gobernada por ella en los tres años anteriores y esa misma violencia no bajó; el trabajo de inteligencia de su gobierno es inexistente y los roles asumidos por su gobierno municipal han sido ineficaces en la materia. ¿Por qué insistir y vender el engaño de que durante los próximos tres años lo hará mejor si ya se percibió con hechos tangibles que no pudo? ¿A qué obedece ese afán insano y perverso por no bajarse de la rueda del poder pese al desprestigio y ausencia de resultados ganados a pulso? ¿Por qué razón condenar a los acapulqueños a más de lo mismo?