UAGro: lo mejor no está por venir
LECTURA POLÍTICA por: Noé Mondragón Norato
La señal es elocuente: como eventual candidata a la presidencia del país por el Morena y luego investida como el relevo de AMLO, la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo no daría su respaldo político al inminente rector de la UAGro por tercera ocasión y por la vía de la imposición, Javier Saldaña Almazán. De una forma casi imperceptible y hasta sutil, Claudia envió esa señal a través de la investigadora de la UNAM, Rosaura Ruiz Gutiérrez —una de sus aliadas académicas—, quien de forma contundente afirmó que Guerrero ocupa el lugar 31 en el número de personal académico inscrito en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN). Fue una cachetada con guante de seda. Un apretón recargado en la llaga de la simulación, los amigazgos y los compadrazgos que prevalecen inalterables al interior de dicha institución. Significa en términos llanos, que no le sirve a Guerrero tener pocos registros en el SIN que lo arrumban al último lugar nacional, porque además esos investigadores están produciendo muy poco. La mayoría de ellos son en realidad, recomendados y beneficiarios directos de las políticas educativas corruptas defendidas —y que se entiende, serán su moneda de cambio—por el aspirante eterno a rector. Vendiéndolas después y falsamente como “ofertas educativas de calidad”. La radiografía es apenas, superficial.
Discurso falso de Javier Saldaña
DISCURSO FALSO DE LA CALIDAD. – Uno de los propósitos de Javier Saldaña durante su primer rectorado consistió en sacar del ranking que situaban a la UAGro en los últimos lugares nacionales en producción y calidad académica. De ahí se lee lo demás:
Conacyt esta corrompido
1.- Formó una alianza de valores entendidos con el corrompido Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través de la cual compró varios doctorados avalados con el soporte de “posgrados de calidad”, que vendió ruidosa y mediáticamente como logros suyos. Era parte del juego simulatorio. Porque con la llegada de AMLO a la presidencia se descubrió que la mayoría del presupuesto del Conacyt terminó en la iniciativa privada. En el otorgamiento indiscriminado de becas a los amigos y aliados, soslayando la capacidad, creatividad e innovación de los participantes que no tenían “padrino” en las rectorías. Y en la venta subterránea de patentes que avalaban una torcida y falsa calidad académica en Universidades públicas dispuestas a pagarlas. La UAGro y Javier Saldaña entre ellos.
Conacyt desmantelado
2.- El presidente AMLO inició entonces el proceso orientado a desmantelar, en definitiva, al Conacyt. El pasado 25 de abril, la Cámara de diputados aprobó una nueva Ley de Ciencia y Tecnología y desapareció el Conacyt. De acuerdo con el documento aprobado por mayoría de votos, “se establecen las bases de la investigación humanística, científica, tecnológica e innovadora con criterios a largo plazo para la generación del desarrollo. Además, modifica el esquema de entrega becas, los recursos públicos que se destinen se otorgarán sin intermediarios a las personas becarias, humanistas, científicas, tecnólogas e innovadoras, con el fin de garantizar la asignación universal de becas a estudiantes de universidades públicas inscritos en programas de maestría y doctorado orientados a la investigación en todas las áreas de las ciencias y las humanidades”.
Rector ya no podra manejar becas
3.- Esta nueva Ley le quitará algunos dientes al eventual rector de la UAGro. De alguna forma, ya no podrá disponer y manejar de manera arbitraria la asignación de las becas para todas las modalidades de estudio. Tampoco presumirá “doctorados de calidad” inexistentes. Su capacidad para mentir con recurrencia estará acotada. Porque tendrá la vigilancia de la Ley de Ciencia y Tecnología. Y del Congreso de la Unión. La académica Rosaura Ruiz Gutiérrez nada más vino a recordarle a Javier Saldaña que, si en Guerrero tiene el aval político soslayado y de valores entendidos del senador Toro para acceder sin competencia y por tercera ocasión como rector; en el plano nacional las reglas del juego educativo universitario ya cambiaron. Pero, sobre todo, está muy claro que no contará para esos ejercicios simulatorios con el apoyo político de Claudia Sheinbaum. En la UAGro, lo mejor no está por venir
Hojeada de paginas
HOJEADAS DE PÁGINAS…Y para confirmar su condición de “muñeco ventrílocuo” de Javier Saldaña, el rector de la UAGro, José Alfredo Romero Olea, se ha negado a pagar a todos los trabajadores universitarios, el retroactivo del aumento salarial que año con año se liquida en la segunda quincena de marzo. Se entiende que ese dinero está siendo canalizado a la campaña que Javier Saldaña arrancará este viernes 5 de mayo con su registro como aspirante y una marcha “en defensa de la autonomía universitaria” —quizá sintiéndose émulo del héroe epónimo Ignacio Zaragoza—, pues los coletazos en su contra arrecian desde afuera. Y Romero Olea podría ser objeto de sendas demandas laborales por “jinetear” el pago de ese retroactivo.