Condena Global al Ataque contra Mette Frederiksen
El viernes, 7 de junio de 2024, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, fue atacada por un hombre mientras se encontraba en una plaza en Copenhague. La Policía de la capital danesa logró detener al agresor, según informó la oficina de Frederiksen en un comunicado oficial.
«Un hombre golpeó a la primera ministra Mette Frederiksen el viernes por la noche en Kultorvet, en Copenhague. El hombre fue detenido», indicaba el comunicado, añadiendo que Frederiksen se encontraba «conmocionada por el incidente». La Policía confirmó el incidente pero se abstuvo de proporcionar más detalles mientras la investigación está en curso.
Testigos presenciales, Marie Adrian y Anna Ravn, relataron al diario BT que vieron a Frederiksen llegar a la plaza antes de ser empujada fuertemente por un hombre, lo que la hizo tambalearse pero sin llegar a caer. Posteriormente, la primera ministra se sentó en un café cercano para recuperarse del susto.
La agresión provocó una ola de condenas tanto dentro de Dinamarca como en el ámbito internacional. El ministro danés de Medioambiente, Magnus Heunicke, expresó su consternación en redes sociales, declarando que «algo así no debe ocurrir en nuestro hermoso, seguro y libre país».
El ataque a Frederiksen se produce en un contexto de creciente violencia contra políticos europeos. Recientemente, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, sobrevivió a un atentado el 15 de mayo, en el que recibió cuatro disparos mientras saludaba a simpatizantes tras una reunión gubernamental en Handlova.
Condena Global al Ataque contra Mette Frederiksen
Líderes europeos rápidamente manifestaron su rechazo a la agresión sufrida por Frederiksen. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó enérgicamente el acto, calificándolo de «cobarde». La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, afirmó en X que «la violencia no tiene cabida en política».
La primera ministra de Italia, Georgia Meloni, expresó su conmoción por el ataque, describiéndolo como «un acto de violencia intolerable que representa un ataque al corazón de los valores democráticos». De manera similar, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, repudiaron firmemente el incidente, destacando la necesidad de proteger a los líderes democráticamente elegidos.
El incidente subraya la urgencia de reforzar la seguridad de los funcionarios públicos y de condenar enérgicamente cualquier forma de violencia política para salvaguardar los valores democráticos fundamentales.