Donald Trump refuerza su plan para controlar Gaza y recibe rechazo internacional
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su intención de «comprar y poseer» Gaza, sugiriendo que otros países de Oriente Medio podrían contribuir a su reconstrucción. Durante un vuelo hacia la Super Bowl en Nueva Orleans, Trump declaró a la prensa que su gobierno se compromete a asegurar que Hamás no retome el control del enclave, el cual describió como «el sitio más peligroso del mundo».
«Podríamos permitir que otros Estados de Oriente Medio reconstruyan partes de Gaza. Lo convertiremos en un sitio atractivo para el desarrollo», afirmó el mandatario, asegurando que se garantizaría el bienestar de los palestinos. Sin embargo, enfatizó que muchos desplazados no desean regresar y que las naciones árabes estarían dispuestas a acogerlos. «Si tuvieran una alternativa, no querrían volver», aseguró.
El plan de Trump, que contempla reasentar a los palestinos y transformar Gaza en la «Riviera de Oriente Medio», ha generado un fuerte rechazo internacional. Líderes y funcionarios de diversos países, incluidos Jordania, Arabia Saudí, Francia, España, Alemania, Turquía, Irán y Brasil, expresaron su oposición a cualquier desplazamiento forzoso. Australia, Rusia y China insistieron en que la solución de los dos Estados es la única vía viable, mientras que el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que es «esencial evitar cualquier forma de limpieza étnica».
El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió a Naciones Unidas que proteja al pueblo palestino y sus derechos inalienables, calificando el plan de Trump como «una grave violación del derecho internacional». Asimismo, reiteró su oposición a cualquier intento de reasentamiento forzoso.
Donald Trump refuerza su plan para controlar Gaza
En paralelo, Trump manifestó su creciente impaciencia con el alto el fuego entre Israel y Hamás, especialmente tras la reciente liberación de tres rehenes israelíes. Sus declaraciones reflejan un endurecimiento de su postura en la región, lo que podría tener implicaciones en la dinámica del conflicto y en la política exterior estadounidense.
El plan de Trump no solo enfrenta resistencia a nivel internacional, sino que también plantea interrogantes sobre su viabilidad y las consecuencias humanitarias para la población palestina. Mientras el debate global se intensifica, el futuro de Gaza sigue siendo incierto en un contexto de tensiones geopolíticas y diplomáticas en Oriente Medio.