Condena máxima para Joël Le Scouarnec
Condenado a 20 años de prisión. Este miércoles 28 de mayo de 2025, un tribunal en Vannes (Francia) condenó al excirujano Joël Le Scouarnec a 20 años de prisión. El médico admitió haber violado o agredido sexualmente a 299 pacientes, la mayoría cuando eran niños.
El juicio comenzó en febrero y causó un fuerte impacto en la sociedad francesa. Este caso se suma al reciente escándalo de Gisèle Pelicot, una mujer que fue víctima de violaciones múltiples por parte de 51 hombres.
La jueza Aude Buresi explicó que los delitos fueron “especialmente graves”. Destacó el número de víctimas, su edad y el carácter compulsivo del excirujano. Señaló que el acusado aprovechó su posición de confianza para cometer actos inaceptables.
Pena menor por «voluntad de reparación»
Condenado a 20 años de prisión. La fiscalía había solicitado la pena máxima. También pidió que después de cumplir la condena, Le Scouarnec fuera recluido en un centro especializado. Sin embargo, el tribunal decidió lo contrario.
Los jueces consideraron que el hombre mostró voluntad de reparar el daño. También tuvieron en cuenta que tiene 74 años. Por eso, podrá solicitar libertad condicional tras cumplir dos tercios de la pena.
Además, se le impuso un seguimiento socio-judicial durante 15 años. Incluye tratamiento psiquiátrico obligatorio. También está prohibido que ejerza cualquier profesión médica o trabaje con menores.
Últimas palabras del acusado y reacción de las víctimas
Durante la audiencia final, Le Scouarnec afirmó no pedir clemencia. Dijo que solo quería “recuperar la humanidad que perdió”.
Sus palabras no convencieron a muchas víctimas. Ellas exigieron un veredicto “a la altura del daño causado”.
Las víctimas describieron cómo sus vidas quedaron marcadas para siempre. Algunas relataron sentimientos de traición y miedo hacia figuras médicas. Muchas aseguraron que el proceso judicial les permitió sentirse escuchadas.
Un caso que sacude a la sociedad francesa
Este caso ha generado indignación en Francia. Pone de relieve cómo ciertas figuras de autoridad pueden aprovecharse de su posición para cometer crímenes atroces. Las instituciones están bajo presión para mejorar la supervisión de profesionales sanitarios y proteger mejor a los menores.