La Corte Interamericana de Derechos Humanos responsabiliza a Colombia por desaparición forzada
La Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió un fallo este viernes en el que establece que Colombia es responsable de la desaparición forzada de Arles Edisson Guzmán en 2002, en el marco de la controvertida «Operación Orión», que involucró la colaboración entre el Ejército y grupos paramilitares.
El tribunal internacional, con sede en San José, concluyó que Arles Edisson Guzmán fue víctima de desaparición forzada a manos de miembros del Bloque Cacique Nutibara (BCN), quienes actuaron en coordinación con la colaboración de las autoridades estatales durante el mandato del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
La Corte determinó que «los crímenes cometidos por el BCN en este caso son atribuibles al Estado colombiano», ya que los hechos se desarrollaron en un contexto de estrecha colaboración entre agentes estatales y grupos paramilitares en la fase de consolidación de la ‘Operación Orión’.
La «Operación Orión» tuvo lugar a finales de 2002 en la Comuna 13 de Medellín, una zona empobrecida donde operaban diversas facciones armadas, incluyendo guerrillas, paramilitares y bandas de narcotraficantes. Bajo la apariencia de un plan de recuperación social, se llevaron a cabo desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, atentados contra la vida y la integridad personal, amenazas de muerte y desplazamientos forzados de los residentes de la comuna.
En el caso de Arles Edisson Guzmán, el 30 de noviembre de 2002, dos individuos vestidos de civil llegaron en un taxi a su lugar de trabajo, llevándolo para «responder a unas preguntas» relacionadas con su empleador. Desde ese momento, su paradero se desconoce.
La Corte Interamericana también determinó que Colombia violó varios derechos, incluyendo el derecho a garantías judiciales, el derecho a la protección judicial y el derecho a conocer la verdad sobre lo sucedido en el caso de Guzmán.
Consecuencias
Como consecuencia de estos hechos, tanto la compañera de Guzmán, Luz Enith Franco, como su familia, también fueron afectadas por su desaparición.
La «Operación Orión» fue ordenada durante el primer mandato de Álvaro Uribe (2002-2006) con el objetivo de enfrentar a grupos vinculados a las guerrillas en barrios populares de Medellín, pero resultó en la desaparición de aproximadamente 300 personas, según organizaciones de derechos humanos.
