Irán acusa a Israel por la muerte de 45 niños y mujeres en ataques. La portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, afirmó este domingo que al menos 45 menores y mujeres han fallecido durante los bombardeos israelíes contra múltiples objetivos en Irán.
“El hecho de que Israel ataque a mujeres y niños demuestra que es falso que solo golpeen objetivos militares”, declaró Mohajerani en una rueda de prensa oficial.
Aunque no dio cifras totales de víctimas, el Ministerio de Salud de Irán reportó 224 muertos y 1,257 heridos desde el inicio de los ataques israelíes el viernes.
Ataques israelíes y respuesta iraní
Según reportes oficiales, los ataques israelíes afectaron infraestructura militar, energética, nuclear y zonas residenciales en Teherán, Isfahán, Kermanshah y otras ciudades clave.
Este lunes, un hospital en Kermanshah, en el oeste de Irán, fue alcanzado por misiles israelíes. Autoridades no reportaron fallecimientos, pero la agencia local Fars indicó que varios pacientes resultaron heridos.
“Ese acto está en línea con la naturaleza brutal del régimen israelí”, señaló Mohajerani. “Esto no es guerra. Es terrorismo de estado”.
«Guerra impuesta»: paralelo con Irak en los años 80
Mohajerani calificó la campaña israelí como una «guerra impuesta”, usando un término histórico que recuerda al conflicto Irán-Irak entre 1980 y 1988.
Esta no es la primera vez que Irán usa esa narrativa. El discurso busca legitimar su postura defensiva ante la comunidad internacional y reforzar la cohesión interna.
Por su parte, Irán ha lanzado ya ocho oleadas de ataques con drones y misiles hacia Israel, dejando un saldo de 18 muertos y cientos de heridos en ese país.
Alerta mundial ante escalada sin precedentes
Irán acusa a Israel por la muerte de 45 niños y mujeres en ataques. La intensidad del intercambio de golpes entre ambos países marca uno de los momentos más críticos en la historia reciente de Oriente Medio.
Mientras Israel asegura haber dañado seriamente instalaciones nucleares y sedes militares, Irán mantiene una retórica de resistencia y promete represalias mayores.
Las potencias occidentales piden moderación, aunque hasta ahora no hay señales de contención en ninguno de los dos bandos.
Con cada nuevo ataque, crece la preocupación de que el conflicto se salga del control y genere consecuencias humanitarias irreversibles.