Taiwán Presenta su Primer Submarino de Fabricación Local en Medio de Tensiones con China
Taiwán presentó este jueves su primer submarino de desarrollo propio, denominado «Hai Kun» en chino, que significa «mítica criatura marina», en una ceremonia celebrada en la ciudad portuaria de Kaohsiung. Este hito forma parte de un programa destinado a modernizar sus fuerzas armadas en un momento de alta tensión con Pekín, que reclama la soberanía de la isla.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, destacó en un discurso que este submarino desempeñará un papel fundamental en los esfuerzos de Taiwán para proteger su soberanía. En 2016, Tsai impulsó un plan para construir ocho submarinos de desarrollo propio, que se sumarán a los cuatro que ya posee la isla.
Tsai subrayó: «Parecía una tarea imposible. Pero, hoy, un submarino diseñado y fabricado por el pueblo de nuestro país ya está aquí, ante nuestros ojos». Además, expresó su confianza en que el submarino fortalecerá significativamente la marina taiwanesa.
El submarino, con un costo de 49.360 millones de dólares taiwaneses (aproximadamente 1.530 millones de dólares estadounidenses), está equipado con un sistema de combate de Lockheed Martin y llevará torpedos pesados Mark 48 de fabricación estadounidense. Se espera que entre en pruebas en el mar el próximo mes y sea entregado a la marina a finales de 2024.
Este evento coincide con un momento de alta tensión entre Taiwán y China. El 18 de septiembre, Taiwán informó sobre un número récord de incursiones del Ejército chino en sus cercanías, con la presencia de 103 aeronaves, y el 11 de septiembre detectó más de 20 buques cerca de la isla.
China afirmó que estos ejercicios militares tenían como objetivo contrarrestar la «arrogancia» de las «fuerzas separatistas» en Taiwán y advirtió que continuaría realizando maniobras si no cesaban las provocaciones.
Taiwán Presenta su Primer Submarino
William Lai, vicepresidente taiwanés y líder en las encuestas para las próximas elecciones presidenciales y legislativas en enero de 2024, señaló que «los intentos de Pekín de anexionarse Taiwán no han cambiado».
Taiwán se considera un territorio soberano con su propio gobierno y sistema político, pero Pekín lo considera una provincia rebelde que debe regresar bajo su control. La tensión entre ambas partes persiste desde hace décadas.
