Por: Jose Alberto Roman Valdivia
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner comenzó este martes a cumplir su condena de seis años de prisión por corrupción, en régimen de prisión domiciliaria, según orden judicial emitida horas antes por el juez Jorge Gorini .
Cristina Fernández oficialmente en prisión domiciliaria. La resolución se dio un día antes de lo previsto. Esto tras la confirmación de su sentencia por parte de la Corte Suprema la semana pasada, que ratificó los cargos por administración fraudulenta en contratos de obras públicas durante su mandato en la provincia de Santa Cruz.
Condena firme y arresto en su departamento porteño
Fernández cumplirá la pena en su residencia del barrio porteño de Constitución, lugar donde sus seguidores han mantenido una vigilia constante desde que conoció el fallo judicial.
“Se abstendrá de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario”, indicó la resolución. Le será instalada una tobillera electrónica como parte de la vigilancia.
El juez Gorini detalló que el dispositivo electrónico es “una medida necesaria” para garantizar el cumplimiento de la sentencia. También prohibió cualquier concentración de personas frente al inmueble.
Mensajes de apoyo cubren las paredes de su casa.
Cristina Fernández oficialmente en prisión domiciliaria. Aunque se prohíbe la aglomeración, decenas de kirchneristas siguen llegando cada día. Las paredes del edificio están llenas de mensajes de apoyo escritos a mano, fotografías y pancartas como muestra de respaldo político y personal hacia Fernández.
«No nos callamos. No la dejamos sola», dijo Carlos Rojas, un militante del Partido Justicialista que acudió al lugar. «Esto no es justicia. Es persecución política», agregó.
Este tipo de expresiones son comunes entre sus simpatizantes, mientras críticos señalan que la sentencia marca un hito en la lucha contra la corrupción en Argentina.
Prisión bajo estrictas condiciones legales
Además de usar tobillera, Fernández deberá permanecer dentro de su domicilio y solo podrá salir con autorización judicial. Tendrá acceso limitado a comunicaciones externas y su movimiento quedará bajo control permanente.
“Esta es una condena firme. Con accesorios legales y costas procesales”, señaló el documento judicial. “No hay excepciones ni privilegios”.
Con esta decisión, se cierra una etapa legal prolongada, pero también se abre una nueva fase política en Argentina, con tensiones sociales y partidistas ya visibles en distintas regiones del país.
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